Una Rosa, un olor puro
Con un olor a Dios, en tu cuerpo
El mismo olor del horizonte, del polvo fino del camino
Muy brillante, amarillo, brilla, en el intento
De parecerse, a Dios, con los caminos circundantes
Las rosas, cubrieron el lecho de ellas mismas
Y fueron atravesadas, mil veces salpicadas por el amor.
29 dic-2014 inédito
luiscazamora.lcz. (lucasjsilverado.lcz.)
Luis Carlos Zamora Cano
Derechos Reservados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario