Pelusita, caprichosa
incomprendida y difícil siempre me pregunte por que no te parecías
a tus oraciones y al mirarte en el espejo brillabas.
Me di cuenta que el camino no era lo suficientemente largo para ti que yo no envejecería viéndote ya madurar como una flor que se marchita lentamente.
Me di cuenta que el camino no era lo suficientemente largo para ti que yo no envejecería viéndote ya madurar como una flor que se marchita lentamente.
Luis Carlos Zamora Cano
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